1. Terapia de aceptación y compromiso
- La terapia de aceptación y compromiso es eficaz en el abordaje de la depresión.
- Su objetivo es entrenarnos en la flexibilidad psicológica para mejorar el enfoque de nuestros pensamientos y favorecer el cambio.
- Se utilizan una serie de ejercicios prácticos con el que reconocer el problema emocional, ver el efecto que tienen sobre nuestros pensamientos y comportamientos y asumir así un compromiso auténtico y pleno con nosotros mismos.

2. Terapia conductual
- La terapia conductual es útil en el tratamiento de fobias y adicciones.
- La terapia conductual, como el propio nombre indica, busca hacernos ver nuestros comportamiento aprendidos o condicionados para ver el impacto que ellos pueden tener en nuestra vida.
- Una vez identificados, el objetivo es claro: ayudarnos a «desaprender» para «recondicionarnos» hacia actuaciones y comportamientos más saludables e integradores.

3. Terapia analítica cognitiva
- Muy útil en tratamientos breves y puntuales (se basa en 12 sesiones) para mejorar determinados comportamientos, pensamientos distorsionados, problemas de conducta…
- Suele estar implementada en las áreas de salud mental de muchos hospitales.
- La terapia analítica cognitiva une a terapia cognitiva con la psicología analítica.
- El objetivo es ayudar al paciente a comprender por qué piensa como lo hace o por qué se comporta del modo en el que lo hace. De esta manera, se le facilita diversas técnicas de afrontamiento para que ponga en marcha el cambio.

4. La Terapia Racional Emotiva-Conductual
- La terapia racional Emotiva- Conductual de Albert Ellis es útil para el tratamiento de la ira, la ansiedad, las frustraciones, la fobia social, la timidez y las disfunciones sexuales.
- Según el Journal of Clinical Psychology, es a día de hoy un tipo de intervención sólida y efectiva, además de uno de los es uno de los principales pilares de la terapia cognitivo-conductual.
- Su objetivo es resolver problemas emocionales y conductuales mediante un enfoque más directivo, más filosófico y empírico.
- Se utiliza a la razón y a la racionalidad para que la persona logre tomar conciencia de sus emociones, así como de esos pensamientos destructivos y limitantes. Esos que a menudo están en un plano más inconsciente o automático y que la propia persona no suele identificar por sí misma.
- Más tarde, el psicoterapeuta facilita estrategias para que el paciente haga uso de pensamientos más constructivos.

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